Alice Ann
Bailey
Uno
de los hechos, a nuestro juicio, más auspiciosos que nos ha sido dado observar
recientemente es el creciente interés que se está despertando entre los
pensadores por el
estudio de la «Doctrina Secreta», la obra maestra y el compendio de las verdades ocultas, escrita por la Sra. H. P. Blavatsky en las postrimerías del siglo pasado. En vista de ese interés y con obleto de contribuir a facilitar ese estudio, creemos que será útil perfilar varios extremos en relación con dicha obra, a saber:
estudio de la «Doctrina Secreta», la obra maestra y el compendio de las verdades ocultas, escrita por la Sra. H. P. Blavatsky en las postrimerías del siglo pasado. En vista de ese interés y con obleto de contribuir a facilitar ese estudio, creemos que será útil perfilar varios extremos en relación con dicha obra, a saber:
I.
Para quién fue escrita la obra.
II.
Qué cuestiones abarca.
III.
Qué dijo la misma Sra. Blavatsky acerca de la obra.
IV.
Cuál debe ser la actitud de quien la estudie.
V.
Algunos métodos para su estudio.
Al tratar de los cuatro primeros puntos, nos vamos a
limitar a transcribir las propias palabras de la autora, tomadas de la misma
obra o de otros escritos. (Todas las referencias corresponden a la última
edición española) (1).
I) ¿Para quién fué escrita
la obra?
Según
se deduce de la misma, la "Doctrina Secreta", fue escrita para
satisfacer la demanda de tres clases de estudiantes :
1) Estudiantes de Ocultismo.
Como
esta obra se escribe para la instrucción de los estudiantes de ocultismo y no
en beneficio de los filólogos, evitaremos términos extranjeros semejantes,
siempre que sea posible. (D. S., tomo I, pág. 90)
Los
«amables infieles y cumplidos calaveras» de la sociedad de que habla Greeley,
se interesan bien poco por la renovación de las ciencias muertas del pasado; pero existe una noble minoría de estudiantes
entusiastas, que tienen derecho a aprender las pocas verdades que pueden serles
dadas hoy. (D. S. t. I, pág. 19).
2) Para el público en general.
Deben
darse a conocer al público los esfuerzos de muchos adeptos que ha habido en el
mundo, de poetas y de escritores clásicos, iniciados de todas las épocas, para
conservar en los anales de la humanidad el conocimiento, por lo menos, de tal
filosofía, ya que no de sus verdaderos principios. (D. S., t. I, pág. 4).
H.
P. B. manifiesta en la misma página y en la siguiente, que el propósito fue:
a) Poner de manifiesto una
Doctrina origen de las demás.
b) Familiarizar al público con
la obra de los adeptos.
c) Demostrar que el
conocimiento y poderes ocultos no son ficciones.
Más
adelante, H. P. B. manifiesta que otra de las intenciones fue presentar el
aspecto que difiere del punto de vista de los teólogos y de los cientistas. (D.
S. t. IV, pág. 589).
3) Para los teósofos y estudiantes de misticismo :
La
publicación de muchos de los hechos que se citan, ha sido necesaria por razón
de las extrañas y fantásticas especulaciones en que han dado muchos teósofos y
estudiantes de misticismo, durante estos últimos años, en su afan de construir
un sistema completo, deducido de los pocos hechos que les habían sido
comunicados. (D. S. t. I, págs. b y
7).
II) Qué cuestiones abarca la
Doctrina Secreta
1) Trata únicamente de la Cosmogonía de nuestro Sistema solar.
Debe
tener presente el lector, que las Estancias tratan únicamente de la cosmogonía
de nuestro sistema planetario, y de lo que es visible alrededor suyo, después
de un Pralaya Solar. Las enseñanzas secretas referentes a la evolución del
Kosmos Universal, no se pueden dar, pues no serían comprendidas ni aun por las
inteligencias superiores de esta época; y al parecer hay muy pocos iniciados,
aun entre los más grandes, a quienes sea permitido especular acerca de este
punto. (D. S., t. I, pág. 76).
2) Establece tres principios fundamentales.
La
«Doctrina Secreta» establece tres proposiciones fundamentales:
I)
Un PRINCIPIO Omnipresente, Eterno, Sin Límites, e Inmutable.
II)
La Eternidad del Universo in totum, como
plano sin límites: periódicamente «escenario de Universos innumerables,
manifestándose y desapareciendo incesantemente», llamados «las Estrellas que se
manifiestan» , y las «Chispas de la Eternidad» (la absoluta universalidad de la
ley de periodicidad).
III)
La identidad fundamental de todas las Almas con el Alma Suprema Universal. (D.
S. t. I, pág. 77,81 y 82).
3) Enseña el desarrollo progresivo de todas las cosas.
La
«Doctrina Secreta» enseña el desenvolvimiento progresivo de cada una de las
cosas, lo mismo mundos que átomos; y este maravilloso desenvolvimiento no tiene
ni principio concebible ni fin imaginable.. (D. S., t. I, pág. 123).
4) Es una tentativa para dilucidar algunos misterios.
En
la presente obra se exponen detalladamente la cosmogonía y la evolución de las
cuatro razas que han precedido a nuestra quinta Raza humana... Por lo tanto, la
tentativa presente para aclarar algunos misterios de la filosofía esotérica no
tiene a la verdad, nada que ver con la obra «Isis sin Velo» anterior. (D. S.,
t. I, pág. 50).
Algunos
de los misterios a que se hace referencia, los especifica H. P. B. más
adelante, como sigue:
Inúltil
es intentar la explicación completa del misterio. Los materialistas y los
modernos hombres de ciencia jamás lo comprenderan, desde el momento en que,
para obtener una percepción clara de ello, ha de admitirse, ante todo, el
postulado de una Deidad universalmente difundida, onipotente y eterna en la
Naturaleza; en segundo lugar, ha de profundizarse el misterio de la
electricidad en su verdadera esencia; y en tercer término, conceder que el
hombre es el símbolo septenario, en el plano terrestre, de la Gran Unidad, el
Logos...» (D. S., t. I, pág. 178).
5) Enseña la Sabiduría Eterna.
«La
«Doctrina Secreta», enseña la Sabiduría acumulada de las Edades». (D. S., t. I,
pág. 475).
H.
P. B. Sintetiza el obleto de la «Doctrina Secreta» en las siguientes palabras :
La
aspiración de esta obra puede expresarse del modo siguiente: demostrar que la
naturaleza no es una «aglomeración fortuita de átomos», y asignar al hombre el
lugar que de derecho le corresponde en el plan del Universo; rescatar de la
degradación las verdades arcaicas que constituyen la base de todas las
religiones; descubrir hasta cierto punto la unidad fundamental de que todas
ellas han sabido demostrar finalmente que jamás se ha aproximado la ciencia de
la civilización moderna, al aspecto oculto de la naturaleza. (D. S., t. I, pág.
8).
III) Qué dijo H.P.B. acerca
de la obra
No
son estas verdades presentadas en manera alguna como una revelación, ni pretende la autora tomar la posición de un revelador
de conocimientos místicos, dados a luz ahora por primera vez en la historia.
Porque lo que se halla contenido en esta obra, puede encontrarse esparcido en
millares de volúmenes que encierran las Escrituras de las grandes religiones
asiáticas y primitivas europeas, oculto bajo jeroglíficos y símbolos y hasta la
fecha inadvertido a causa de este velo. Lo que ahora se pretende, es reunir las
más antiguas doctrinas, y constituir con ellas un conjunto armónico y contínuo.
La única ventaja que tengo sobre mis precesores, es la de no tener que recurrir
a especulaciones o teorías personales. Porque esta obra no es más que una
exposición parcial de lo que me han enseñado estudiantes más adelantados, con
sólo el aditamento en cuanto a algunos detalles, de los resultados de mi propio
estudio y observación. (D. S., t. I, pág. 6).
Estas
enseñanzas tienen que ser aceptadas o rechazadas por mérito propio, ya sea
completa o parcialmente; pero no antes de haber sido cuidadosamente comparadas
con los correspondientes dogmas teológicos y las teorías y especulaciones
científicas modernas. (D. S., t. IV, pág. 2).
Aunque
las doctrinas esotéricas que nuestra Sociedad Teosófica ha expuesto y expone,
no son impresiones mentales o espirituales de algún «desconocido venido de lo
alto» sino el fruto de enseñanzas que nos han dado hombres vivos, no obstante,
(salvo lo que fue dictado y escrito por los Maestros de Sabiduría) estas
doctrinas podrán ser en muchos casos tan incompletas y deficientes, como
algunos de sus adversarios deseen. La «Doctrina Secreta», obra que revela todo
cuanto puede decirse en el curso de este
siglo, es una tentativa para descubrir en parte el fundamento y la herencia comunes a todas las religiones y esquemas filosóficos mayores y menores. ("¿Es la Teosofía una religión?" - Lucifer, III, Noviembre de 1888. Pág. 184).
siglo, es una tentativa para descubrir en parte el fundamento y la herencia comunes a todas las religiones y esquemas filosóficos mayores y menores. ("¿Es la Teosofía una religión?" - Lucifer, III, Noviembre de 1888. Pág. 184).
Sí
los Maestros de Sabiduría tienen una historia completa y consecutiva de nuestra
especie desde su estado incipiente hasta nuestros días, y si poseen los anales
no interrumpidos del hombre, desde que se desarrolló su ser físico completo,
convirtiéndose así en el rey de los animales y dueño de esta tierra, no puede decirlo la autora. Lo más probable
es que sea así y tal es nuestra convicción personal. Pero si es así, este
conocimiento es sólo para los más superiores Iniciados, quienes no confían
estas cosas
a sus discípulos. La autora no puede, por tanto, exponer sino lo que le han enseñado, y no más, y aun esto le parecerá al lector profano, un sueño extraño y fantástico, más bien que una verdad posible.
a sus discípulos. La autora no puede, por tanto, exponer sino lo que le han enseñado, y no más, y aun esto le parecerá al lector profano, un sueño extraño y fantástico, más bien que una verdad posible.
Esto
es natural que suceda, pues durante años esta fué la impresión de la misma
humilde autora de estas páginas. Nacida y educada en países europeos, que
presumen de civilizados y de positivos, se asimilaba lo que se ha expuesto, con
gran dificultad.
Pero hay pruebas de cierto carácter que son irrefutables e innegables a la larga, para cualquier mente deseosa de saber y libre de prejuicios. Durante una serie de años tales pruebas le fueron presentadas, y ahora tiene la completa convicción de que nuestro
presente globo y sus razas humanas han debido nacer, crecer y desarrollarse de este modo y no de ningún otro.
Pero hay pruebas de cierto carácter que son irrefutables e innegables a la larga, para cualquier mente deseosa de saber y libre de prejuicios. Durante una serie de años tales pruebas le fueron presentadas, y ahora tiene la completa convicción de que nuestro
presente globo y sus razas humanas han debido nacer, crecer y desarrollarse de este modo y no de ningún otro.
Pero
esta es la opinión personal de la autora, y su ortodoxia no puede esperarse que
tenga más peso que cualquier otra "doxia" a los ojos de aquellos para
quienes toda teoría nueva es heterodoxa hasta que se llegue a probar lo
contrario. Por tanto, nosotros los ocultistas estamos prevenidos a preguntas
como las siguientes: ¿Cómo podemos saber que la autora no ha inventado todo el
esquema? Y, suponiendo que ella no sea la inventora, ¿cómo puede asegurarse que
todo lo que se ha expuesto -según se ha presentado en las estancias-no sea
producto de la imaginación de los antiguos? ¿Cómo se han podido conservar los
anales de una antigüedad tan inmensa e increible? (D. S., tomo III, páginas 726
y 727).
...
odos los ]ibros de teosofía deben ser aceptados por sus méritos propios y no
por la autoridad que pretendan tener sus autores.
¿Estaba
la Sra. Blavatsky dispuesta a que se aplicara el mismo criterio a sus propias
obras, por ejempo?
Ciertamente;
ella manifiesta expresamente en el prefacio, que da las enseñanzas que ha
aprendido de los Maestros, pero no pretende que le haya sido inspirado lo que
ha escrito últimamente. (La clave de la Teosofía).
Todas
las glosas sobre la traducción del texto de las Estancias y comentarios, son de
la autora. En alg.unos pasajes estarán incompletas y hasta inadecuadas, desde
el punto de vista indo; pero son correctas en el sentido que se les da en el
esoterismo transhimalayo. En todos los casos, la autora asume la
responsabilidad. Como nunca ha pretendido
ser personalmente infalible, lo que se dá bajo su propia autoridad puede
dejar mucho que desear, particularmente en los casos en extremo abstrusos que
envuelven metafísica demasiado profunda. La
enseñanza se ofrece tal como se comprende; y teniendo en cuenta que hay
siete claves de interpretación para cada símbolo y alegoría, resulta que un
significado que no puede responder, por ejemplo, al aspecto psicológico o
astronómico, se encontrará, sin embargo, perfectamente exacto en el fisico o
metafísico. (D. S., t. III, nota al pie de la pág. 35).
Estamos perfectamente dispuestos a confesar que la obra última («Doctrina Secreta») particularmente aventaja en estos aspectos a todas las otras obras teosóficas. Estamos completamente dispuestos a reconocer los defectos que le atribuyen sus críticos -que está malamente arreglada, discursiva, sobrecargada de disgresiones sobre cuestiones secundarias de mitología, etc.
Pero, después de todo, no es ni un sistema filosófico ni la Doctrina llamada secreta o esotérica, sino la recopilación de unos pocos de los hechos de esta última y un testimonio de la misma. Jamás se ha pretendido que sea una exposición completa del sistema que
recomienda en su totalidad :
Estamos perfectamente dispuestos a confesar que la obra última («Doctrina Secreta») particularmente aventaja en estos aspectos a todas las otras obras teosóficas. Estamos completamente dispuestos a reconocer los defectos que le atribuyen sus críticos -que está malamente arreglada, discursiva, sobrecargada de disgresiones sobre cuestiones secundarias de mitología, etc.
Pero, después de todo, no es ni un sistema filosófico ni la Doctrina llamada secreta o esotérica, sino la recopilación de unos pocos de los hechos de esta última y un testimonio de la misma. Jamás se ha pretendido que sea una exposición completa del sistema que
recomienda en su totalidad :
a) Porque, como la autora no
pretende ser un gran Iniciado, nunca hubiese podido emprender tan gigantesca
tarea.
b) Porque si hubiese sido tal
iniciado, menos hubiera podido divulgar .
...La
«Doctrina Secreta» meramente afirma que un sistema conocido, como la Religión
de la Sabiduría, la obra de generaciones de Adeptos y videntes, la herencia
sagrada de tiempos prehistóricos, existe en realidad; aunque hasta ahora
mantenida en el mayor secreto por los Iniciados actuales... La obra es
esencialmente fragmentaria, haciendo declaraciones de variados hechos enseñados
en escuelas esotéricas -rnantenidas hasta ahora en secreto- rnediante los
cuales se interpreta el antiguo simbolismo de varias naciones. Ni siquiera da
las cla ves para ellos, sino que meramente abre unos pocos de los
compartimientos hasta ahora cerrados. («Lucifer», febrero 15 de 1891).
Es,
sobre todo importante, tener siempre presente que ninguna obra teosófica
adquiere el menor aumento de valor por razón de pretendida autoridad. (D. S.,
t. I, pág. 14).
También
los ama la que escribe estas líneas, y cree, por tanto, en los antiguos y en
los modernos herederos de su Sabiduría.
Y creyendo en ambos, transmite ahora lo que ha recibido y aprendido por sí misma a todos aquellos que quieran aceptarlo. (D. S., t. I, pág. 42).
Y creyendo en ambos, transmite ahora lo que ha recibido y aprendido por sí misma a todos aquellos que quieran aceptarlo. (D. S., t. I, pág. 42).
Al
público en general y a los lectores de la "Doctrina Secreta" puedo
repetirles lo que he venido diciendo durante todo este tiempo y sintetizo ahora
en palabras de Montaigne : «Señores: Aquí tengo un ramillete de flores
escogidas; nada hay en él mío, sino el cordón que las ata». (D. S, t. I, pág..
55).
Al
cerrar esta sección de nuestro estudio deseamos llamar la atención de los
estudiantes sobre las palabras de uno de los Maestros de Sabiduría, en una
carta al coronel Olcott, en agosto del año 1883:
«He
notado todas tus ideas acerca de la Doctrina
Secreta. Ten la seguridad de que ella no ha tomado las notas de las obras
científicas o de otra clase, sino que se las hemos dado o sugerido nosotros.
Cada error, o concepto erróneo, corregido o explicado por ella, de otros
teósofos, fué corregido por Mi o bajo Mis instrucciones.-K. H.
La
misma Sra. Blavatsky dijo también en 1890, y sus palabras se reprodujeron en el
«Theosophist», de enero de 1922 :
«Uno
de los factores principales en el redespertamiento de Aryavarta, que ha sido
parte en la obra de la Sociedad Teosófica, fue el ideal de los Maestros. Pero
por falta de criterio, discreción y discernimiento y de las libertades tomadas
con sus nombres y
Personalidades, se han formado conceptos muy erróneos acerca de Ellos. Yo estaba bajo el juramento y compromiso más solemne de no revelar la verdad completa a nadie, excepto a aquellos que, como Damodar, hubiesen sido elegidos y llamados por Ellos. Todo lo que estaba autorizada a revelar es que tales hombres existían en alguna parte; que algunos de ellos eran indos; que estaban versados, como ninguno, en la antigua sabiduría Gupta Vidya y que habían adquirido todos los Siddhis, no como los presentaba
la tradicción y los velaban las escrituras antiguas, sino tal como son de hecho y en la naturaleza; y también que yo era un Chela de Uno de Ellos.»
Personalidades, se han formado conceptos muy erróneos acerca de Ellos. Yo estaba bajo el juramento y compromiso más solemne de no revelar la verdad completa a nadie, excepto a aquellos que, como Damodar, hubiesen sido elegidos y llamados por Ellos. Todo lo que estaba autorizada a revelar es que tales hombres existían en alguna parte; que algunos de ellos eran indos; que estaban versados, como ninguno, en la antigua sabiduría Gupta Vidya y que habían adquirido todos los Siddhis, no como los presentaba
la tradicción y los velaban las escrituras antiguas, sino tal como son de hecho y en la naturaleza; y también que yo era un Chela de Uno de Ellos.»
IV) Actitud del Estudiante
con respecto a la "Doctrina Secreta"
1) El estudiante debe cultivar su intuición.
«No
puede transmitirse toda la esencia de la verdad de la boca al oído. Ni tampoco
puede la pluma describirla; ni aun la del Angel Registrador, a menos que se
encuentre la contestacíón en el santuario del propio corazón, en las
profundidades más recónditas de la intuinión divina.» (D. S., t. IV, p. 117).
«Sin
embargo, puesto que, como se ha declarado antes, la presente obra reserva mucho
más que lo expone, se invita al estudiante a que emplee su propia intuición.
Nuestro principal deseo es dilucidar lo que ya ha sido dado, y muy
incorrectamente en ocasiones, lo cual deploramos; suplir con materias
adiccionales, cuándo y cómo sea posible, los conocimientos sugeridos antes, y
proteger nuestras doctrinas de los ataques demasiado violentos del sectarismo
moderno...» (D. S, t. I, p. 485).
2) El Estudiante debe reservar su opinión porque :
a) La expltcación completa es
sólo para iniciados.
b) Únicamente los adeptos puede
hablar autorizadamente de estas cosas. (D. S., t. I, p. 309).
H.
P. B. repetidas veces rechazó la idea de que ella fuese un iniciado o un
Adepto.
«La
Sra. Elavatsky no hace la más mínima objeción a que sus enemigos ]a presenten
como un tiple Adepto, o un Mahatma, o ambos. Pero no está dispuesta a aparecer
ante sus propios ojos, como gallo adornado con plumas de pavo real y ésto la
obliga a
insistir hasta hoy en la verdad.» (La Clave de la Teosofía).
insistir hasta hoy en la verdad.» (La Clave de la Teosofía).
«Se
ha supuesto también que el Presidente Fundador (Coronel Olcott), y la
Secretaria corresponsal (H. P. B.), especialmente la última, son, si no Yoguis
y Mahatmas, a lo menos personas de costumbres ascetas que se atribuyen
superioridad moral. Ninguna de esas suposiciones es correcta y ambas son
decididamente absurdas». «Modern Panarium», p. 351, enero de 1881).
c)
Unicamente se da una parte fragmentaria de enseñanza esotérica. (D. S., t. III,
p. 82).
3) El
estudiante debe tener en cuenta las dificultades del idioma.
«Atrevida
es la tentativa de expresar en una lengua europea el gran panorama de la Ley,
que eterna y periódicamente se manifiesta; porque ningun lenguaje humano, salvo
el sánscrito, que es el de los Dioses, puede hacerlo con algún grado de
exactitud. Pero teniendo en cuenta la intención, deben perdonarse a nuestra
obra sus deficiencias. » (D.S., t. I, p. 470).
4) El estudiante ha de tener en cuenta que la obra se presenta como una
síntesis.
«Esta
divergencia entre los hombres de ciencia... da valor a la autora de la presente
obra, para presentar otras y más antiguas enseñanzas, aunque só1o sea como hipótesis para una apreciación cientifica futura.»
(D. S., t. IV, p. 343).
«Nunca
se recordará al lector demasiado; que como lo prueban gran número de citas de
varias Escrituras antiguas, estas enseñanzas son tan viejas como el mundo, y
que la presente obra no es más que una tentativa para expresar en lenguaje
moderno, y en la fraseología familiar a los hombres cultos y científicos
estudiosos, el Génesis y la Historia Arcaicos, según se enseñan en ciertos
centros asiáticos de enseñanza esotérica. Ellos tienen que ser aceptados o
rechazados por mérito propio ya sea completa o parcialmente; pero no sin antes
haberlos comparado cuidadosamente con los correspondientes dogmas teológicos, y
las teorías y especulaciones científicas modernas.» (D. S., t. IV, ps. 1 y 2).
5) El estudiante ha de vivir la vida del Espíritu.
«Llevad
la vida necesaria para la adquisición de semejante conocimiento y poderes, y la
Sabiduría vendrá a vosotros naturalmente. (D. S., t. I, p. 312).
6) El estudiante ha de desarrollar los necesarios poderes.
«...el
Ocultista...declara que el explorador atrevido deseoso de sondear los más
reconditos secretos de la naturaleza debe traspasar los estrechos límites de
los sentidos y transferir su conciencia a la región de los Nóumenos y a la
esfera de las Causas Primeras. Para efectuar esto tiene que desarrollar
facultades que, salvo en unos cuantos casos raros y excepcionales, se hallan
por completo dormidas...» (D. S., t. II, p. 300).
7) El estudiante ha de tener en cuenta que H. P. B. no pretende ser
infalible.
«Hablo
con absolua certeza únicamente de
cuanto se refiere a mi propia experiencia personal. Los que no tengan para sus
creencias la misma garantía que yo tengo, serán muy crédulos y tontos si lo
aceptan con fe ciega, Quien esto escribe, igual que su
corresponsal y sus amigos no cree en autoridad alguna y mucho menos en divina revelación. Más favorecida que ellos, no necesito apoyarme en mi intuición como ellos tienen que apoyarse en la suya; pues que no existe intuición infalible. Pero lo que si
creo es:
corresponsal y sus amigos no cree en autoridad alguna y mucho menos en divina revelación. Más favorecida que ellos, no necesito apoyarme en mi intuición como ellos tienen que apoyarse en la suya; pues que no existe intuición infalible. Pero lo que si
creo es:
1.-En
la ininterrumpida enseñanza oral revelada por hombres divinos vivientes,
durante la infancia de la humanidad, a los elegidos de entre los hombres.
2.-Que
esa enseñanza nos ha llegado inalterada.
3.-Que
los Maestros están extensamente versados en la ciencia basada en esa enseñanza
ininterrumpida».(Contestaciones a cartas. Lucifer, V, p. 157, octubre 1889).
«Es
muy probable que se encuentren en la «Doctrina Secreta» errores que tienen su
origen en un deseo diametralmente opuesto.
¿Cómo puede ninguno de nosotros, aun los que más conocimientos poseen sobre ocultismo entre los teósofos, pretender infalibilidad? Reconozcamos con Sócrates que todo lo que sabemos es, que no sabemos nada; de todos modos nada en comparación de todo lo que todavía tenemos que aprender .» (Lucifer, III, noviembre 15 de 1888, p. 250).
¿Cómo puede ninguno de nosotros, aun los que más conocimientos poseen sobre ocultismo entre los teósofos, pretender infalibilidad? Reconozcamos con Sócrates que todo lo que sabemos es, que no sabemos nada; de todos modos nada en comparación de todo lo que todavía tenemos que aprender .» (Lucifer, III, noviembre 15 de 1888, p. 250).
«Y
en este punto se nos permitirá una última observación. Ningún verdadero
teósofo, desde el más ignorante al más instruído, debe pretender la infabilidad
en lo que pueda decir o escribir sobre materias ocultas. Es punto capital
admitir que en muchos conceptos, al clasificar los principios cósmicos o
humanos, además de errores en el orden de la evolución, y especialmente en
cuestiones metafísica, aquellos de entre nosotros que pretenden enseñar otros
más ignorantes, pueden todos equivocarse. De modo que se han cometido errores
en Isis sin velo, en Buddhismo Esotérico, en El Hombre, en Magia blanca y negra, etc.,
y más de un error se encontrará probablemente en esta obra. Esto no
puede evitarse. Para que una obra extensa, y hasta pequeña, sobre semejantes abstrusos asuntos, esté por completo exenta de todo error y equivocación, tendría que ser escrita desde la primera a la última página por un gran Adepto, sino por un Avatara. Sólo entonces, podríamos decir: «Esta es verdaderamente una obra sin pecado ni tacha alguna» . Pero mientras el artista sea imperfecto, ¿como puede ser perfecta una obra? La investigación de la verdad no tiene fin. Amémosla y aspiremos a ella por sí misma y no por la gloria o beneficio que la revelación de una pequeñísima parte de ella pueda proporcionarnos, Pues ¿quien de nosotros puede pretender que tiene toda la verdad en la punta de los dedos, ni aún siquiera por lo que respecta a una de las enseñanzas menores del Ocultismo? (D. S. , t. IV, págs. 328 y 329).
puede evitarse. Para que una obra extensa, y hasta pequeña, sobre semejantes abstrusos asuntos, esté por completo exenta de todo error y equivocación, tendría que ser escrita desde la primera a la última página por un gran Adepto, sino por un Avatara. Sólo entonces, podríamos decir: «Esta es verdaderamente una obra sin pecado ni tacha alguna» . Pero mientras el artista sea imperfecto, ¿como puede ser perfecta una obra? La investigación de la verdad no tiene fin. Amémosla y aspiremos a ella por sí misma y no por la gloria o beneficio que la revelación de una pequeñísima parte de ella pueda proporcionarnos, Pues ¿quien de nosotros puede pretender que tiene toda la verdad en la punta de los dedos, ni aún siquiera por lo que respecta a una de las enseñanzas menores del Ocultismo? (D. S. , t. IV, págs. 328 y 329).
«Por
tanto la autora de estas afirmaciones ha de prepararse de antemano para la gran
oposición, y aun a la denegación de lo que presenta esta obra. No es que exista
pretensión alguna a la infalibilidad o a la exactitud perfecta, en todos los
detalles, de cuanto se dice en ella. Los hechos a la vista están, y
difícilmente pueden ser negados. Pero debido a las dificultades intrínsecas de
las materias que se tratan ya las limitaciones casi insuperables
del idioma inglés; como de todos los demás idiomas europeos, para lo expresión de ciertas ideas, es más que probable que la autora no haya logrado presentar las explicaciones en su forma mejor y más clara: aunque todo cuanto podía hacerse, bajo las
más adversas circunstancias, ha sido hecho, y esto es lo más que puede exigirse a cualquier escritor.» (O. S., t. I, págs. 474 y 475).
del idioma inglés; como de todos los demás idiomas europeos, para lo expresión de ciertas ideas, es más que probable que la autora no haya logrado presentar las explicaciones en su forma mejor y más clara: aunque todo cuanto podía hacerse, bajo las
más adversas circunstancias, ha sido hecho, y esto es lo más que puede exigirse a cualquier escritor.» (O. S., t. I, págs. 474 y 475).
V) Métodos para el estudio
de la Doctrina Secreta
Aunque
brevemente, por no permitir los límites de este artículo una exposición más
detallada, trataremos de los diversos métodos por los cuales los estudiantes de
la Doctrina Secreta pueden familiarizarse con su contenido. Cinco son los
medios por los cuales el lector puede llevar a cabo su propósito, a saber :
1) El estudio por materias.
Este
es el método más útil para el principiante y uno de los que más frecuentemente
recomendaba la Sra. Blavatsky. En este método el estudiante utiliza el Indice
general alfabético (2) y tomando el tópico que le interese lo sigue en todo el
libro. Por ejemplo: Se quiere estudiar el Hombre, Evolución, Principios, Manas,
Ocultismo, etc. Como en el índice se indican a continuación de cada una de esas
palabras, las páginas en que ocurren, es relativamente fácil seguir la materia
en toda la obra. El estudiante que sigue este método, debe ir anotando las
ideas más importantes y así gradualmente acumulará una gran masa de datos e
informes.
2) Estudio de los principios fundamentales.
Diseminados
por toda la obra se encuentran ciertas afirmaciones básicas, acerca de los
principios fundamentales de la Sabiduría Antigua. El estudiante da una lectura
rápida a la obra y reune esas afirmaciones a medida que las encuentra y de esa
manera descubre la completa estructura alrededor de la cual está construída
toda la enseñanza oculta. Esto es de un valor incalculable e inmenso para el
estudiante; pues adquiere un conocimiento
completo de los elementos esenciales.
completo de los elementos esenciales.
3) Estudio consecutivo.
Este
es de mucho más valor y utilidad para el estudiante avanzado, que para el
principiante. Consiste en la lectura de toda la obra párrafo por párrafo,
tratando de sintetizar el conocimiento así adquirido. Pa.ra sacar provecho de
este método, el estudiante ha de estar algo familiarizado con los términos
empleados y con el delineamiento general de la enseñanza; de lo contrario, la
misma complejidad de la materia le confundirá.
4) Estudio comparativo.
Este
método es de profunda importancia; puesto que el estudio de la Ley de
Correspondencias y de Analogías, subyacente en el proceso cósmico, proporciona
la clave del proceso de la evolución. El hombre es el Microcosmos del
Macrocosmos y, a su vez, es el Macrocosmos para los reinos subhumanos
inferiores. En la correcta apreciación de esta verdad se encuentra la clave de
las ciencias esotéricas.
5) Estudio meditativo.
En
este método de estudio, el estudiante toma ciertas frases o párrafos como
«pensamientos-simientes» y busca iluminación sobre los problemas que contengan.
Al
cerrar este breve estudio detenido, no puedo menos de citar las propias
palabras de H.P.B. que se encuentran en el tomo I, página 43, a saber:
«...el
repudio de estas enseñanzas es cosa que puede esperarse, y aun debe esperarse
de antemano. Ninguno de los que se llaman a sí mismos «eruditos», en cualquiera
de las ramas de la ciencia exacta, se permitirá mirar estas enseñanzas
seriamente.
Durante este siglo serán escarnecidas y rechazadas a priori, pero en este siglo solamente, porque en el siglo XX de nuestra Era, comenzarán a saber los eruditos que la «Doctrina Secreta» no ha sido inventada ni exagerada, sino al contrario, tan sólo bosquejada; y finalmente, que sus enseñanzas son anteriores a los Vedas. No es esto una pretensión de profetizar, sino una sencilla afirmación fundada en el conocimiento de los hechos. En cada siglo tiene lugar una tentativa para demostrar al mundo que el Ocultismo no es una superstición vana. Una vez que la puerta quede algo entreabierta, se irá abriendo más y más en los siglos sucesivos. Los tiempos son a propósito para conocimientos más serios que los hasta la fecha permitidos, si bien tienen que ser todavía muy limitados.»
Durante este siglo serán escarnecidas y rechazadas a priori, pero en este siglo solamente, porque en el siglo XX de nuestra Era, comenzarán a saber los eruditos que la «Doctrina Secreta» no ha sido inventada ni exagerada, sino al contrario, tan sólo bosquejada; y finalmente, que sus enseñanzas son anteriores a los Vedas. No es esto una pretensión de profetizar, sino una sencilla afirmación fundada en el conocimiento de los hechos. En cada siglo tiene lugar una tentativa para demostrar al mundo que el Ocultismo no es una superstición vana. Una vez que la puerta quede algo entreabierta, se irá abriendo más y más en los siglos sucesivos. Los tiempos son a propósito para conocimientos más serios que los hasta la fecha permitidos, si bien tienen que ser todavía muy limitados.»
Aparecido
en "Teosofía", revista española, Julio y Agosto 1932.
Notas
(1)
Debe tenerse en cuenta que este artículo apareció en España en 1932.
(2)Desgraciadamente,
la edición española no tiene el Indice general de materias por orden
alfabético, como lo tiene la edición inglesa.
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